Arrancó la pasada semana la Euroleague, la competición más apasionante en el mundo de la pelota naranja, y con ella empezaron las críticas prematuras y los primeros debates, por parte de los aficionados, en los que se pretende analizar el resultado de la planificación de plantilla elaborada por los clubes a lo largo del mercado veraniego. ¡Benditos sean estos debates! Pues en mi opinión, creo que es necesario empezar haciendo autocrítica, valorando tanto lo positivo como lo negativo. No obstante, hay que tener en cuenta lo más importante a estas alturas: la temporada es muy larga.
Pese a haberse disputado tan sólo una jornada, en este artículo me voy a permitir el lujo de opinar sobre las sensaciones que nos han ofrecido algunos de los equipos en este inicio de competición. Ante todo, soy conocedor de que esto acaba de iniciarse, por lo que seré cauto, pero los protagonistas han comenzado a enseñar sus cartas y me dispongo a valorar a unos cuantos de ellos.
Semáforo verde para: Asvel, FCBarcelona y Real Madrid.
Semáforo ámbar para: Zenit y Anadolu Efes.
Semáforo rojo para: Panathinaikos y Baskonia.
*Los demás equipos serán tratados más adelante.
Los pupilos de los hermanos Parker debutaron con una sólida victoria ante Zalgiris Kaunas (88-76). Destacó la estelar actuación del joven francés Elie Okobo, que anotó 23 puntos en los 24 minutos que disputó, así como también el gran partido de Youssoupha Fall (12pts / 9reb / 19val) y de Chris Jones (14pts / 6asist / 18val). La carta de presentación de Asvel para esta temporada fue inmejorable y lo voy a decir alto y claro: se trata del proyecto más valiente y a la vez atractivo de toda la Euroliga.
Una temporada más los franceses seguirán apostando por el estilo que les ha caracterizado las últimas temporadas, un estilo basado en la verticalidad ofensiva (atacar «cara a barraca») y en la dureza física, que les permite imprimir un nivel defensivo realmente incómodo para el rival («juegan con el cuchillo entre los dientes»). Sin embargo, lo que me parece más especial -y que me llena de satisfacción- de la filosofía Asvel, es la confianza ciega en el talento joven.
La media de edad de la plantilla es de 27 años, y volverá a alternar jugadores experimentados (Kahudi, Morgan, Diot, Lighty, Gist) con jóvenes promesas del baloncesto europeo, incluso mundial (Wembanyama, Okobo, Strazel, Houinsou, Antetokounmpo). Además, hay una serie de jugadores aún por debajo de 28 años, edad que se considera ideal en cuanto a la relación madurez-físico, y que seguro evolucionarán positivamente en este ecosistema tan favorable para ellos. En este grupo encontramos a Youssopha Fall y a Chris Jones, desahuciados por Baskonia y Maccabi respectivamente, y también a los ya contrastados William Howard y Dylan Osetkowski. Remarcar que será la cuarta temporada consecutiva en la que el equipo contará con un «7 pies» distinto (Miro Bilan, Tonye Jekiri, Moustapha Fall y ahora Youssoupha Fall).
Pase lo que pase, nos encontramos delante de un club que confía firmemente en una filosofía año tras año, y personalmente creo que esta temporada conseguirá su mejor récord en Euroleague y tendrá opciones serias para luchar por los Playoffs.
Me atrevo a agrupar a Barcelona y Real Madrid en un mismo bloque, pues ambos han empezado la campaña invictos en competiciones oficiales (6-0/5-0) y han mostrado grandes sensaciones pese haber sufrido importantes cambios en sus plantillas. Salvando las diferencias entre cada nueva incorporación, podríamos decir que, en líneas generales, ambos clubes han apostado por mejorar el físico y la corpulencia/fuerza: Yabusele, Poirier, Hanga y Williams-Goss en el Madrid, y Jokubaitis, Hayes y Sanli en el Barça. Acierto con la mayoría de fichajes.
En 5 partidos, tan sólo Lenovo Tenerife ha podido anotarle más de 70 puntos al Real Madrid. Y lo mismo sucede en el caso del FCBarcelona (en 6 partidos), encajando 78 ante UCAM Murcia. Declaración de intenciones, dureza e intensidad defensiva y rigurosidad en ataque (quizás Pablo Laso da más rienda suelta para que sus jugadores improvisen).
Poco más que añadir ante el excelso rendimiento de ambos en un mes que llevamos de temporada, claros contendientes a Final Four.
El que parece que va a tener más trabajo para que su equipo consiga adaptarse, y así poder alcanzar los objetivos, es Xavi Pascual. Tras la delicada marcha del «capitán general» Kevin Pangos, el club realizó un mercado de verano caracterizado por los fichajes de grandes nombres propios con experiencia en Euroliga y NBA: Napier, Kuzminskas, Karasev, Kulagin, Loyd, Mickey y el debutante Frankamp, todos jugadores con, aparentemente, notables dotes para anotar, pero con un perfil y una personalidad distinta a la plantilla de antaño: más talento y puntos, pero menos defensa y carácter competitivo. ¿Están funcionando?
Por ahora no. La puesta en escena en Kazan, pese a la victoria por 69-70, no fue buena. Tampoco lo fue en la derrota en casa ante Astana en VTB League (69-83), y es que Zenit tiene un problema importante de fluidez ofensiva. La falta de un director de orquesta -Frankamp no lo es- está fomentando el abuso de las individualidades, haciendo que los ataques de los rusos sean más previsibles y sean irregulares durante los partidos. Ni Napier (ahora lesionado), ni Frankamp, ni Zakharov son capaces de hacer jugar al equipo como quiere su entrenador, todos ellos tienden al anarquismo y al descontrol, propiciando que los ataques terminen estancados con el balón en manos de algún otro «jugón» que esté inspirado y haga su magia. Sabiendo que Pascual siempre ha sido partidario del juego táctico, controlado y elaborado, pienso que a lo largo de la temporada va a coger mucho peso en la rotación Dimitry Kulagin, aunque primero deberá readaptarse después de un año sin jugar.
Otro inconveniente que se puede encontrar esta nueva plantilla podría ser el siguiente: ¿Se podrá «bajar al barro» de la misma manera que la pasada temporada para anular el ataque rival? Aún es pronto para saberlo, veremos si la pérdida de carácter ganador y de inteligencia defensiva causada por las bajas de Will Thomas, Pangos, Black, Hollins, incluso KC Rivers, se verá reemplazada.
En cualquier caso, 1-0 para Zenit, con plantilla renovada y con la sensación de que hay un gran potencial de mejora a nivel colectivo, pues es una plantilla realmente talentosa individualmente. Nunca hay que dudar del genio de Gavá, pronto dará con la tecla adecuada.
El vigente campeón debutó con derrota en Madrid, anotando únicamente 69 puntos. Bien, solo he añadido Anadolu en este bloque para recordar cómo fue su inicio de Euroliga el pasado curso (no le voy a quitar méritos al partidazo del Real Madrid). Tras comenzar con 2 derrotas consecutivas en la Euroleague 2020-21, los de Ataman registraron en la primera vuelta 7 victorias y 8 derrotas, y no se metieron en posiciones de Playoffs hasta finales de enero. Terminaron terceros y campeones de Europa.
Teniendo en cuenta que siguen con el mismo grupo que en las últimas temporadas y que, por fin y por el bien del baloncesto, se consagraron como campeones después de que se les resistiera durante tanto tiempo, la pregunta del millón que todo el mundo se hace es si serán capaces de mantener el hambre de victoria un año más. Mi apuesta es que sí.
Tras el cierre de grifo del controvertido «propietario» del club griego Dimitrios Giannokopoulos (€), y con ello la fuga del 80% de toda la plantilla, entre ellos Nick Calathes, Panathinaikos se ha convertido en un barco que navega aún perdido hacia la deriva.
Hace ya dos temporadas que el presupuesto del club se ha ido disminuyendo progresivamente, propiciando así un fin ciclo y un cambio de mentalidad a nivel financiero y competitivo. En 15 meses se han fichado a 21 jugadores y han pasado por el banquillo 3 entrenadores distintos. En la posición de base, nadie ha podido ni siquiera acercarse a paliar la marcha de su Dios, Nick Calathes: Keifer Sykes, Pierre Jackson, TJ Bray, Shelvin Mack, y ahora Kendrick Perry y Darryl Macon. En Panathinaikos reina el desgobierno.
Dimitris Priftis, al que personalmente critico por haber abandonado Kazan para volver a su tierra natal, deberá armarse de paciencia para poder potenciar los escasos puntos fuertes que tiene su equipo: la versatilidad y el físico.
En la contundente derrota ante el debutante Mónaco, el juego colectivo de los griegos fue nefasto, basándolo todo en situaciones de 1vs1 que en la mayoría de ocasiones terminaban con tiros forzados. Papapetrou fue el único activo salvable de PAO, y pienso que así va a ser en muchos encuentros.
Hasta que Panathinaikos no sea capaz de invertir en un base que organice y dirija correctamente al equipo va a seguir sin rumbo, aunque para ello tenga que prescindir de jugadores como Nedovic para liberar masa salarial. Preveo una temporada en blanco y su peor récord de la historia en Euroliga. Papelón para Priftis.
La ilusión y el optimismo generados por las nuevas incorporaciones durante el mercado de fichajes se ha convertido en derrotismo, entre algunos de los aficionados baskonistas, debido a los malos resultados y sensaciones que está mostrando el equipo en este tramo inicial de campaña. Si me lo permitís, me voy a tomar la libertad de hacer un llamamiento a la calma y a la paciencia, pues pese a que se trata de una plantilla plana, con exceso de ejecutores y especialistas en tiro de 3, sin apenas capacidad de generación, y que, por otro lado, no dispone de un juego interior dominante, hay que tener en consideración que es un equipo totalmente nuevo que aún debe encontrarse y que seguro será efectivo a su manera una vez se adapte.
Tras 5 partidos (2 victorias, 3 derrotas) es obvio que el problema principal del equipo es la falta de ideas en ataque, el estancamiento, la ausencia de generadores, la falta de confianza, llamarle como queráis, pero las anotaciones de Baskonia en los últimos 3 partidos son de 61, 50 y 67 puntos, con un promedio de 19 pérdidas de balón. Esto solo se resuelve con paciencia y trabajo, porque el talento está ahí, y terminará apareciendo. Fontecchio, Marinkovic, Giedraitis, Peters y Costello son excelentes shooters, pero necesitan sistemas o generadores que les faciliten una buena posición para poder armar el tiro de manera eficiente, y a estas alturas Baskonia aún no ha sabido hacerlo con regularidad.
Muchos interrogantes con el futuro rendimiento de la plantilla, lo que si debe ser innegociable es que algunos jugadores cambien las caras y saquen el carácter que se requiere para estar en este club. A día de hoy, me es imposible verlos en Playoffs de Euroleague, pero hay que confiar en el margen de mejora que tiene este equipo.
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